¿CUÁNTO VALE UNA SILLA DE RUEDAS?

Es una pregunta sencilla cuyas respuestas por parte de las arizona personal loans bad credit personas no familiarizadas con el mundo de la discapacidad y con usuarios de las sillas de ruedas, son cuanto menos sorprendentes. Excepto los espectadores habituales del programa «Entre Todos», que son los únicos que se acercan, no se suele acertar.

Según vosotros ¿cuánto vale una silla de ruedas? 
 
El precio de una silla de ruedas, o de cualquier producto de ortopedia, es también una barrera
 
Los productos de ortopedia no son juguetes, son elementos VITALES para las personas con alguna discapacidad. Desde un simple bastón hasta las prótesis más sofisticadas.
Es curioso que, a pesar de esta necesidad vital, no sea considerado como un bien que haya que proteger y blindar a efectos económicos. Desde luego, hay muchos intereses dispuestos a que esto no suceda.
Voy a explicar el caso que vivo a diario, el de la silla de ruedas, que se puede hacer extensible a cualquier otro caso.
Veréis, puede existir un día en que cualquiera de nosotros necesite una silla de ruedas. Esto es así.
Aunque no es el único tipo de discapacidad que las usa, los lesionados medulares utilizan sillas de ruedas que varían según las necesidades de cada persona y a la que hay que destinar un tiempo de reflexión para elegir de forma adecuada, cuestión que ya expliqué en otro artículo de este mismo blog.
Este proceso previo no existe en el procedimiento de adaptación de una persona, que acaba de tener la lesión, a una silla de ruedas. En los hospitales te dan de forma gratuita, una silla de hierro, anticuada, pesada, difícil de manejar cuando hay que maniobrar y desde luego casi nunca adecuada a las condiciones físicas de la persona que la utiliza. Es uno de los «regalos» que por pertenecer bad credit loan direct lender jobs a la seguridad social, te dan. Una silla estándar de hierro, más útil para desplazar a enfermos por los pasillos del hospital, que al uso diario de la vida de una persona.
Luego dejas el hospital y te marchas a casa, que se ubicará en cualquiera de las comunidades autónomas de nuestro país y que, como tan mal hacemos, mantienen una política social muy diferente entre sí, que influye en las subvenciones de elementos de ortopedia, a pesar que la discapacidad es igual para cualquier persona, independientemente de donde viva.
A los pocos meses de volver a casa (si es que has podido volver a tu casa de siempre, debido a la falta absoluta de accesibilidad en las viviendas de España) te das cuenta que la silla de hierro está bien para personas que no salen de su habitación, no para personas que quieren vivir. Se hace pues necesario elegir de forma adecuada una silla nueva que:
  • Sea ligera, para poder desarmarla y meterla, de forma independiente, en el coche. Las aleaciones ligeras en las sillas de ruedas son conformadas habitualmente con titanio y su construcción y tipología de uniones hace que no sean «eternas». Con un uso habitual en cualquier «vida normal» hace que, de media, no duren mucho más de 5-6 años.
  • Tenga medidas ajustadas y controladas. Las sillas de ruedas no deben ser como «sillones de ruedas», en el sentido de que cuanto más ajustada sea, mejor pasas por pasillos, ascensores, rampas y demás «elementos poco accesibles de la construcción». Esta característica entra en conflicto con la necesidad de utilizar una silla eléctrica. Este tipo de sillas pesan mucho por las baterías y son exigentes en cuanto a medidas por el joystick y la embergadura que tienen de forma obligatoria, no hay alternativa. La arizona micro loans persona que usa silla eléctrica es porque lo necesita y por tanto no puede usar la manual.
  • Esté pensada para ti. No hay cosa más personal que tu discapacidad, por tanto, no se puede pensar que una silla de ruedas estándar sirva para todos (a no ser que, si estás en un hospital, el celador te lleve en una silla de ruedas por unos pasillos anchos y planos, en ese caso, no pasa nada por usar una silla estándar).
Una vez te has dado cuenta de que el regalo de la seguridad social tiene fecha de caducidad próxima, vas a comprarte una silla de ruedas para ti. Entonces es cuando vienen las sorpresas:
  • Esqueleto de silla de ruedas ligera manual, precio medio 3.000 euros.
  • Ruedas (no mucho más diferentes de las de las bicicletas): 500 euros.
  • Cojín anti-escaras (un cojín con forma de huevera lleno de aire): 600 euros.
  • Si la silla es eléctrica, puede oscilar en los 6.000 euros.
Haced la suma y pensad en la inversión que supone para cualquier persona. Tened en cuenta que pocas con una pensión pueden permitirse esos gastos y algunos, ni siquiera tienen pensión.
En algunas comunidades te subvencionan la mayor parte, en otras como Murcia, por ejemplo, dan 300 euros (esta cantidad puede variar con el continuo cambio de las políticas en la región, pero no creo que haya aumentado mucho).
Imaginad ahora que necesitáis una prótesis de brazo, pierna,… sus precios oscilan fácilmente en los 50.000 euros por unidad… Algunas veces costeados por la buena voluntad de un programa de televisión, no por quien debería hacerlo, al menos en parte.
Hay algo que no va bien.
Fuente: http://www.accesibilidadglobal.com/
Publicado en: Noticias
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