La esclerosis múltiple es una enfermedad australian essay writing services crónica y que puede llegar a ser invalidante y originar dificultades en la alimentación. El tratamiento nutricional, en estos casos, y ya desde los primeros momentos tras el diagnóstico, es muy importante. Las recomendaciones nutricionales son las siguientes:
Reducir la cantidad de grasas de origen animal (carnes rojas, salchichas y embutidos) así como los productos lácteos enteros. Son aconsejables la leche desnatada y los quesos blancos.
Eliminar toda la grasa aparente (el sebo de las carnes) y la piel antes de cocinar las carnes y las aves.
Utilizar técnicas como la cocción al vapor o en microondas, que reducen el contenido graso de los alimentos.
Las aqa drama written paper help grasas animales se sustituirán por aceites vegetales (aceites de oliva, girasol, etc.) y pescado (dos o tres raciones de pescado a la semana como mínimo).
Consumir diariamente al menos dos piezas de fruta y dos raciones de verdura (una cruda y otra cocida).
Aumentar la ingesta de legumbres, cereales, pan, pasta y arroz integral.
Se pueden consumir hasta dos huevos por semana.
Las bebidas alcohólicas agravan la fatiga, la debilidad o los trastornos del equilibrio, por lo que se recomienda no ingerir bebidas alcohólicas. El alcohol se puede sustituir por agua, zumos naturales de frutas e infusiones.
En fases evolucionadas de la enfermedad, con australian essay writing service dificultades físicas para utilizar los cubiertos o con problemas para tragar alimentos sólidos o líquidos, las ayudas desde el punto de vista nutricional pasan por las siguientes recomendaciones:
Cortar en pequeños trozos o triturar los alimentos.
Utilizar espesantes con los líquidos. Se pueden emplear espesantes de venta en farmacias, gelatinas o harina de maíz.
Administrar los alimentos en textura puré o papilla.
Ablandar los alimentos sólidos añadiendo líquidos (leche, caldo, salsas) para conseguir texturas suaves.
Modificar la forma de comer: ingerir cantidades pequeñas de alimento de una sola vez, masticar bien y lentamente, y dar tiempo suficiente para su deglución; no añadir alimento en la boca, sin haber acknowledgement for dissertation tragado lo anterior.
Evitar los alimentos pegajosos y los que se dispersan por la boca, como las galletas.
No hablar al mismo tiempo que se está comiendo o bebiendo.
Adecuar la casa eliminando los obstáculos y adaptándola conforme evoluciona la incapacidad del paciente.
Pueden utilizarse los cubiertos adaptados, vasos y platos de plástico, baberos o servilletas grandes.
Elaborar dietas para comer con las manos, como croquetas, albóndigas o calamares a la romana.
Además de estos consejos nutricionales, se debe recomendar al paciente seguir un horario de comidas regular, mantener las actividades sociales y tener un descanso nocturno regular.
Fuente: http://www.mapfre.com
Presentación del libro «Alimentación sana para la esclerosis múltiple«.